lunes, 8 de abril de 2024

JAMAS LA VENDAS NI LA COMPRES

                              

            P O E M A S

Las obras de mi autoría publicadas aquí o en otros sitios de 
la Internet, son de distribución LIBRE y GRATUITA, siempre que sea sin fines de lucro, respetando el texto y citando al autor. Si lo haces, me gustará saberlo. Será un placer que alguien los encuentre útiles para obtener fondos destinados a un fin solidario comprobable como, por ejemplo, ayudar a niños pobres. ¡Que DIOS te bendiga!

"Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente" 

SI ME PIENSO SIN TI...




Foto Google



Si me pienso sin ti

en este aquí,

en ese allí,

en cualquier espacio recorrido

o a recorrer,

me percato que vivir

es la suma de los momentos vividos

con tu imagen,

con tu corporalidad,

con tu estar materialmente al lado mío,

y que sin ti

lo de aquí

o lo de allí,

lo cognoscible

que reste en el camino,

no puede nunca

tener igual sentido,

es sin valor,

pues tu existencia es una forma

de mí latiendo en ti,

de mi yo

dentro de otro individuo,

mi alter ego eres tú,

y sin ti, yo

soy un sin mí,

un recipiente vacío,

como también serías tú,

yo lo presumo,

sin mí,

porque sucede

a todo aquel que para sí,

entre muchos,

sólo a un ser ha preferido,

que ese ser es lo todo

para uno

y que no hay nadie

ni nada ante nosotros

cuando ese ser

se ha ido.

REFLEXIÓN SOBRE UN CASA




Foto Google



Se afirmó sobre la parcela

más sólida del terreno,

plantando allí sus pies

de piedra, acero y cemento.

Desde entonces se irguió despacio,

con ladrillos y argamasa

cabalmente tejidos,

hasta alcanzar la altura

que su función prescribe.

Se cubrió de tejas

contra el sol y la lluvia,

y amplió su propio espacio

con puertas y ventanas.

Puedes verla maciza,

inamovible,

fuerte.

Así debiera obrarse

en la hechura de un hombre:

trabajar sobre firme,

de abajo para arriba;

dejaríamos de ser

tolderías temblorosas.



Daniel Adrián Madeiro

Todos los derechos reservados

Copyright © Daniel Adrián Madeiro.



REFLECTION ON A HOUSE



There one affirmed on the most solid

parcel of the land,

planting its stone feet,

steel and cement.

Since then one straightened up slowly,

with bricks and it

exactly plasters weaves,

until reaching the height

that its function prescribes.

One covered with roofing tiles

against the sun and rain,

and extended its own space

with doors and windows.

You can see makes solid it,

unremovable,

strong.

Thus it had to be built

in the form of a man:

to work on firm,

of down for above;

we would stop being

trembling tents.



Daniel Adrián Madeiro

Translate by: Millaray Ruiz (a friend in the distance)

FUTBOL




Foto Google





Al mayor amante del fútbol que conozco,


mi hijo, Damián





En una cancha inmensa, de pastos siempre verdes,

veintidós se preparan para la competencia

y tiñen de colores al monótono césped

con sus vivas casacas. La pelota está quieta.



Un juez serio, de negro, en el centro del campo,

mira a los jugadores y a sus dos asistentes,

sincroniza relojes, pita fuerte el silbato.

En las tribunas cantan. La pelota se mueve.



Del medio campo parte un pase al área chica,

recibe el delantero que queda frente al arco,

sus nervios lo traicionan; el arco se le achica;

patea y la pelota va sobre el travesaño.



Las hinchadas disputan la primacía en cantos.

En la cancha se suda, se corre y gambetea;

los rivales se esfuerzan por conquistar un tanto;

un cuatro traba a un nueve. La pelota va afuera.



Mas tras la tensa espera la algarabía explota,

el balón cayó exacto sobre el virtuoso pie

que hace gritar el gol, porque ya la pelota

evadió los tres palos y se estrelló en la red.



Daniel Adrián Madeiro

Copyright © Daniel Adrián Madeiro.

Todos los derechos reservados para el autor.

NOBLE PADRE




Poema hecho en los primeros años de mi adolescencia




Foto Daniel Adrián Madeiro



Tú sembraste la semilla

en el vientre de mi madre,

ayudaste a que existiera

éste, el que hoy quiere cantarte.

Imagino tu alegría

secreta dentro del alma,

porque mi madre abrigaba

un ser entre sus entrañas.

Quién sabe que habrás sentido,

en el momento en que entraste

a verme por primera vez, a mí,

el que hoy quiere cantarte.



Noble Padre, yo te canto

esta pobre poesía,

te canto un enorme ¡Gracias!

¡Muchas Gracias por la Vida!.

Muchas gracias por las horas

que dedicas día a día

a trabajar para darnos:

ternura, abrigo y comida.

Gracias, Padre, por existir,

por ser la luz encendida,

por no querer ser la sombra,

por querer ser la alegría.

Tú tuviste tus errores,

tú tuviste tus defectos,

mas... cuantas veces caíste

te levantaste de nuevo.



Seguiste siendo la fuerza,

seguiste siendo el camino.

Te pareces a José,

el carpintero judío,

pues también eres carpintero,

trabajador y sencillo;

y si tus manos son ásperas

a causa del sacrificio,

saben dar suaves caricias,

como las manos de un Cristo.



Noble Padre, ¿Qué otra cosa

puede decirte tu hijo?.

Que eres bueno, que eres justo,

que guardas algo de niño;

que yo y todos los tuyos

te agradecemos tu olvido

de no pedirnos las gracias

por todo tu sacrificio.



Noble Padre, ¿Qué decirte,

que ya antes no te haya dicho?.

Noble Padre, mi mayor orgullo

es el saberme tu hijo.



Daniel Adrián Madeiro

CAMILA




Foto Daniel Adrián Madeiro



En tu sonrisa inmensa,

inocente,

fresca,

mi hastío reposa

de tanta rutina.

Tus minúsculos brazos

me atan a tu alma

y me ayudan a ver

otro mundo posible.

Tus besos son

gorriones de amor

que hicieron nido

sobre mi corazón

para llevarte siempre.



Daniel Adrián Madeiro



Copyright © Daniel Adrián Madeiro.

Todos los derechos reservados para el autor.

LA CARICATURA




Fotos Google. Composición D A Madeiro



La caricatura

se hizo...

violencia y fuego,

metida dentro de la masa.

La mecha prende,

la razón oscurese.

Se habla de libertad

y se hace callar el grito.

Colores rojos,

sangres azules,

prisiones panópticas

y anuncios poderosos

se aproximan a la noche,

la que viene,

la que buscamos

sin hacer,

sin gritar,

sin llorar,

desarmados

como vaca al matadero.

Unos contra otros.

Complejos sistemas

al servicio de las tinieblas.

El poder,

el perdedor,

los amos,

los obedientes.

Caza de brujas

sobre el fango,

canciones fúnebres

al sol.

Mientras en la escarcha,

en la tormenta,

en la arena,

llueven los últimos escorpiones.



Daniel Adrián Madeiro

Copyright © Daniel Adrián Madeiro.

Todos los derechos reservados para el autor.

REFLEXIÓN SOBRE UNA FOTO




Foto Daniel Adrián Madeiro



Yo no soy el de la foto,

soy el que él tiene dentro.

Allí sólo ves la cáscara,

mi envase, lo externo,

lo que usa mi Yo,

lo que llamas cuerpo.

Yo no soy la carne

pegada a los huesos;

Yo, tú, todos somos

mucho más que eso.

Así que en la foto,

esa que estás viendo,

no me ves a mí,

vez a mi instrumento;

la máquina humana,

la sangre y los nervios,

con la que te escribe

mi Yo a Ti los versos.



Daniel Adrián Madeiro

MI HIJA...




Foto Google



Mi hija,

su novio,

ambos,

se miran y se cuentan

con sus ojos,

sus besos,

todo el amor que tienen,

que sueñan,

que precisan,

que alborota su vida

y los libra de todo.



Daniel Adrián Madeiro

Copyright © Daniel Adrián Madeiro.

Todos los derechos reservados para el autor. Configuración de la entrada Etiquetas No hay sugerencias que coincidan Publicada el 29/5/06 21:20 Enlace permanente Ubicación Opciones Entrada - EditarSe han cargado más entradas.

ADELA




Foto Daniel Adrián Madeiro



Por mil novecientos doce,

en noviembre, aun primavera,

nacía en Rancul, La Pampa

Doña Estanislada Adela.



No hubo fortuna en su infancia,

que siempre así es la pobreza,

y oyó a payadores gauchos

que aun solían usar espuelas,

y a su alma de niña dieron

pulpería en vez de escuela.



Y escribía como sonaba,

con desmadejada letra,

tanto que entender sus notas

era dura peripecia.



Recuerdo muy bien su rostro

redondo como ciruela,

y rojizo cuando un vino

se agotaba en la botella;



su optimismo ante el dolor,

su admirable fortaleza,

su fe, distinta a la mía,

pero genuina, sincera,

de esa que no trata a DIOS

como si DIOS no nos viera.



Quiso el destino, ya vieja,

compensarle sus carencias

económicas y hacer

que Europa la conociera.



Alemania, Holanda, Francia,

y la Península Ibérica

vieron sus ojos redondos

inundados de inocencia..



Se fue en medio del invierno,

muy entrados sus ochenta,

se fue aunque no lo quería,

que hay que irse aunque no se quiera.



Nombre en su fe de bautismo:

Amado Estanislada Adela.

Su nombre en mi corazón,

tan sólo uno: Abuela.



Daniel Adrián Madeiro

¡Ay, Ese mar!




Foto Daniel Adrián Madeiro




En esos profundos parajes aparecen las oscuras sirenas nocturnas...


Van señalando el camino de las últimas literas, las más seguras,


a todos los marineros


que han descendido de los tifones.





En mares profundos – Harry Martinson



¡Ay, ese mar!

Cómo arrastran las olas

tanta arena indefensa,

tanto insignificante

retazo de la fortaleza.



¡Ay, ese mar!

La marea está siempre

ansiosa por las vidas,

anhelando la sal

de los que lloran.



¡Ay, ese mar!

Bestia insaciable,

sombra voraz

que todo lo quiere,

que todo lo engulle,

hasta al mismísimo

Harry Martinson.



Daniel Adrián Madeiro



Copyright © Daniel Adrián Madeiro.

Todos los derechos reservados para el autor.

EXPUESTOS Y ESPERANDO






Foto Google





























Esa niña tendrá

alrededor de once años.

Su rostro todavía es puro,

su cuerpo se ve delgado.

La miro desde el autobús,

su pelo es castaño y lacio;

viste campera de nylon

y un jean azul despintado.

Vaga errante por la acera

y a aquel que pasa a su lado

le pide alguna moneda.

La niña está mendigando.

Si, esa niña tendrá

alrededor de once años.

Su rostro todavía es puro,

su cuerpo parece intacto.

¿Cuánto le queda al pimpollo

de su rosa, aun cerrado,

para que a humillarlo vengan

perversas y sucias manos?;

¿Cuánto tiempo pasará

pobre y sin perder su encanto?;

¿Cuánto tardará en venderle

a un chacal su cuerpo santo?.

¿Perderá el mundo a una niña

inocente de once años

porque hay pobreza, señores,

y nadie se está ocupando?.

Veo muchas niñas y niños

por las calles suplicando

por míseras moneditas

o por un magro bocado.

Sucede esto en mi país

y en el tuyo, en muchos lados.

Esto que pasa en la Tierra

no debiera estar pasando.

Si me estás oyendo, piensa:

es momento de hacer algo,

que hay niñas y niños pobres

sedientos de nuestros brazos.





Daniel Adrián Madeiro

Todos los derechos reservados

Copyright © Daniel Adrián Madeiro. Configuración de la entrada Etiquetas No hay sugerencias que coincidan Publicada el 10/6/07 20:01 Enlace permanente Ubicación Opciones Entrada - EditarSe han cargado más entradas.

Publicación en LE MONDE DIPLOMATIQUE sobre la REVISTA ITACA en la que tuve el honor de participar.




Configuración de la entrada Etiquetas No hay sugerencias que coincidan Publicada el 20/10/21 21:53 Enlace permanente Ubicación Opciones Entrada - EditarSe han cargado más entradas. Insertar vídeo

SOY EL POETA




Foto Google



Soy el poeta,

el absurdo que sueña

que la luna es de plata,

que el mar teje la espuma,

que de néctar y rosas

son los labios amados.

El que estira las manos

y acaricia a los astros

y al bajar a la tierra

se le espantan los sueños

y se funde en el llanto

de los que ya se fueron

y se apiada del triste

y del menesteroso.



Soy el poeta,

un tonto,

un loco,

un inconsciente,

un romántico,

un pájaro,

un grillo,

una cigarra,

mil hojas de papel

plenas de garabatos.



Soy el poeta

y sueño

un mundo diferente,

una amada eterna,

un hombre siempre niño,

unos dioses piadosos,

un humano bueno.



Soy el poeta.

Escribo

lo que no será nunca.





Daniel Adrián Madeiro

Copyright © Daniel Adrián Madeiro.
Todos los derechos reservados para el aut
or.


CÁNTAME






Foto Google





Cántame.


Lanza el fuego.


Que la agitación selle


mi corazón al tuyo.


Atardece en mi cuerpo,


amanece en mis manos,


llueve sobre mi pecho,


graniza en mis cabellos


y lléname de lunas


y soles y horizontes,


esta humana fortuna


de tu amor en mi vida.







Daniel Adrián Madeiro


Copyright © Daniel Adrián Madeiro.


Todos los derechos reservados para el autor