domingo, 10 de febrero de 2013

PALABRAS DE ADÁN A EVA

Foto Google

El día que en Edén te vi
juré amarte para siempre,
y es verdad, no te mentí;
pero esa astuta serpiente
comenzó a sembrarnos dudas:
¿Es verdad que DIOS ha dicho
que no coman fruto alguno
que haya en este paraíso?;
y le contestaste tú:
DIOS nos permite comer
de todo árbol que crece
en este puro vergel;
sólo del que está en el centro
su fruto nos prohibió ingerir
pues de hacerlo, Él ha dicho:
Ciertamente han de morir”.
Y repuso la serpiente
que aquello no era verdad
que como DIOS nos haríamos
conociendo el bien y el mal.
Y tú probaste del fruto,
y del fruto probé yo,
y nuestros ojos se abrieron,
y el vernos nos sonrojó.
Después DIOS vino y dictó
con dureza su condena:
a ti dolores de parto
por cada hijo que tuvieras;
a mí que ganaría el pan
con el sudor de mi frente;
y a los dos lo ya advertido
por no obedecer, la muerte.
Y ahora, solos por la Tierra,
tú pariendo con dolor
y yo sufriendo el trabajo,
reos de muerte los dos,
no creas que estoy demente
si te repito alma mía
que te amaré eternamente,
pues aquel fruto, ese día,
me mostró el bien y el mal
y aunque la muerte nos lleve
será nuestro amor eterno
porque el amor nunca muere.

Daniel  Adrián  Madeiro

Copyright © Daniel  Adrián  Madeiro.
Todos los derechos reservados para el autor.

No hay comentarios: